Ayer 26 de septiembre de 2017 celebramos la Eucaristía de acción de gracias por los 6 primeros meses de adoración perpetua. Llenos de alegría por este gran regalo que el Señor nos ha hecho le ofrecimos esta Misa para decirle cuánto le agradecemos esta bendición. El P. Manuel Aromir, LC celebró Misa y nos exhortó en la homilía a «Venir alegres a la casa del Señor». Esta casa en la que – por medio de María, la «primera custodia» – Jesús vino al mundo y se quedó con nosotros en la Eucaristía para que podamos adorarle día y noche. Desde allí derrama gracia «como un reactor nuclear generando una reacción en cadena».
El balance de estos primeros 6 meses es muy positivo: más de 400 adoradores titulares inscritos, superado el mes de agosto con la inestimable ayuda de decenas de suplentes, más de 12.000 horas de adoración realizadas.
La celebración finalizó con el testimonio de una de las coordinadoras en la que expresó muy emocionada cómo la adoración se ha convertido en una actividad fundamental en su vida, casi «adictiva», en la que el Señor consuela, repara, sana…